Introducción
Es para mí un gran honor emprender esta labor académica como requisito
parcial del curso Teoría
del método teológico con el Dr. Jorge R. Colón, profesor de teología en la
Universidad Interamericana de Puerto Rico.
El trabajo que he acometido en esta monografía es con el propósito de
escribir un análisis del libro Senderos Teológicos: El Pensamiento
Evangélico Puertorriqueño del Dr. Luis Rivera Pagán. En esta ilustre obra el Dr. Rivera Pagán
perfila cuatro teólogos puertorriqueños sobresalientes, a saber, Domingo
Marrero Navarro, Ángel M. Mergal, Samuel Silva Gotay y el mismo autor. Tomaré como base para este análisis los
siguientes puntos:
1.
Estructura del libro
2. Metodología (s) seguida (s) por el autor
3.
¿Qué es teología puertorriqueña?
Por medio de
esta breve monografía conoceremos un poquito más a fondo lo que es teología
puertorriqueña y podremos obtener un vistazo rápido de quienes fueron y son estos
augustos maestros, teólogos, y filósofos puertorriqueños con el fin de aprender
sobre el análisis de los principios y temas principales de sus enseñanzas por
el Dr. Rivera Pagán. Considero que se ha
presentado una ocasión tan oportuna para que la ilustrada atención de los
estudiantes puertorriqueños se fijen con esmero en las figuras nobilísimas de los
ilustres hombres a la que este monografía se consagra. Shakespeare dijo de la
grandeza: "no tengas miedo de la grandeza; algunos nacen grandes, algunos
logran la grandeza y otros tienen la grandeza lanzada sobre ellos..." A éstos paragones puertorriqueños la grandeza le fue
lanzada sobre ellos por la acérrima determinación de sus esfuerzos.
A
continuación vamos a dar un rápido análisis de la obra Senderos Teológicos,
la cual, según el autor, “constituye un esfuerzo serio, erudito y profundo por
bucear y poner en perspectiva la naturaleza del pensar evangélico
puertorriqueño.[1] El poder analizar esta obra tan famosa, y estudiar
y disertar sus pensamientos no solo serán de gran beneficio para mí como
estudiante, sino también para nuestro pueblo puertorriqueño.
1.
Estructura del libro
El Dr. Rivera Pagán ha
puesto la pluma al papel y ha analizado críticamente los escritos, sermones, y
otros materiales para tejer una obra académica repleta de muchos principios
teológicos, filosóficos, y sociológicos así poder presentar en detalles las
ponencias de los autores a quien él perfila.
El adopta un enfoque bien académico y nos lleva de la mano como un guía
a entender lo que él llama “senderos teológicos.” Esta es una obra sumamente académica,
informativa, bien documentada, y práctica, en ella Rivera Pagán no dejó piedra
sin remover para que la sabiduría teológica y filosófica de estos autores sea analizada a cabalidad y por medio de su
trabajo poder apreciar sus enseñanzas tal y como él las presenta.
El libro está
dividido en cuatro capítulos. A través
de estos breves capítulos Rivera Pagán sondea profundamente los más acuciantes principios
teológicos, filosóficas, psicológicos, y sociológicos que plantean estos
colosos autores puertorriqueños. En su prólogo
el Dr. Mercado nos dice:
Marrero llama al filósofo a la conversión ética. Mergal no deja de llamar a hombres y mujeres
a la renovación y a la transformación del entendimiento con el fin de saber cuál
es la voluntad de Dios agradable y perfecta.
Silva Gotay con su enfoque tercermundista liberacionista, llama a los
soberanos a abandonar la injusticia y abrazar la causa del menesteroso, del
pobre, del oprimido. Rivera Pagán llama
a la más radical de alas conversiones.
Ante la locura de la carrera armamentista y la posibilidad del Armagedón,
con su inevitable destrucción de la humanidad y disloque del globo terráqueo,
no hay sino un solo comino: una vuelta atrás y caminar por la senda de justicia
y paz, con el rostro vuelta a Dios.
El libro
concluye con un llamado a la metanoia,
o sea, a la conversión, y con unas breves viñetas biográficas. No se engañe, a pesar de que el libro solo
contiene 196 páginas, esto no indica que el autor es efímero en su obra. El desarrolla su obra analizando los escritos
de los autores suplementándolos con otros autores que escribieron y son
expertos reconocidos en su materia. El
no pierde tiempo en preliminares sino que se lanza en su análisis crítico y profundiza
en la filosofía, la teología, y otras áreas pertinentes para desarrollar su
obra. Al final de su introducción él
comenta, “En el texto que sigue, hago observaciones críticas, algunas de ellas
severas, sobre sus senderos teológicos
(énfasis del autor). Es profundo, sin
embargo, el respeto que tengo por sus obras.
Las
asumo con humildad como paradigmas dignas de emularse. Sus autores son auténticos adalides de
nuestro pensamiento religioso nacional.
Es lamentable el relativo descuido que han sufrido sus escritos por las
instituciones teológicas y eclesiásticas puertorriqueñas.”[2]
2. Metodología (s)
seguida (s) por el autor.
Considero que el autor sigue la metodología crítica y
analítica sin dogmatismo ni
hagiógrafos. El busca presentar a
las ideas de los autores que el perfila tal y como ellos las presentaron en sus
escritos. Él dice, “Este libro estudia
la producción teológica de dos profesores del Seminario Evangélico –Domingo
Marrero y Ángel Mergal –y la de un catedrático de la Universidad de Puerto Rico
–Samuel Silva Gotay… El que suscribe es también egresado y anterior profesor de
la institución que los evangélicos llaman “escuela de profetas”.[3]
El también, mientras considera las ideas
de los que el perfila, hace un análisis de los escritos de otros autores los
cuales usa para sustentar su análisis crítico apodíctico. El utilizó una gran cantidad de textos en su
investigación para escribir sobre las ideas de estos teólogos
puertorriqueños. Es de entender que
escribir una obra como esta es una aventura arriesgada ya que el tema es tan
amplio y las ideas controversiales. El
autor nos ofrece cuatro perfiles tan dinámicos en la teología puertorriqueña que
para ofrecernos una polifonía de principios y ponerlos en el contexto de nuestro mundo actual, es un
esfuerzo ciclópeo que merece admiración.
Por medio de su metodología crítica y analítica, el autor ha escrito un
libro provocador y sin escamoteo alguno.
Aunque quiero admitir que no comparto algunos de su postulados, y
también debo admitir que si he disfrutado el indagar dentro de este libro y las
otras obras teológicas que consulté para poder escribir esta monografía. Su metodología crítica y analítica ha logrado
traer un retrato más claro de los teólogos puertorriqueños y sus ideas. El autor ha escrito una obra de gran
perspicacia teológica la cual considero que ha sido y será discutida y
estudiada por muchos estudiantes en seminarios teológicos y por profesores
interesados en ampliar su conocimiento de los principios enseñados por estos
excelentes teólogos puertorriqueños.
La metodología
crítica y analítica brinda una perspectiva que intenta epistemológicamente analizar
y criticar desde una perspectiva objetiva las ideas filosóficas y teológicas
que presentan en sus escritos nuestros ilustres teólogos. También
su metodología es corroborada con la historia y la investigación de
otros autores prominentes en el campo de la filosofía y teología los cuales el
autor usa sabiamente para hacer un análisis crítico apodíctico. Rivera Pagán indaga minuciosamente entre las
“ideas” de estos teólogos y nos brinda un análisis objetivo de los rasgos
distintivos que dan un marco apropiado de las ideas expuestas por ellos y así
substraer la substancia filosófica y teológica que el encuentra en sus escritos. El autor dice, “este libro pretende llamar la
atención a las distintas maneras que la tradición de reflexión teológica
evangélica ha florecido en Puerto Rico.
Lo hacemos mediante cuatro estudios, vinculados por el deseo de rendir
homenaje a un linaje distinguido de pensadores religiosos puertorriqueños.”[4] Debidamente el autor puede decir esto ya que
en la investigación para escribir un libro como este, es lanzarse a un océano
de estudio en el cual la profundidad es
inexhaustible y se hace la tarea por la cual uno escribe un descubrimiento de
amplia riqueza filosófica y teológica.
Doy testimonio de esto al escribir esta simple monografía. Me pareció una tarea fuerte ya que cada punto
me brindaba una tentadora tangente por donde lanzarme, pero tuve que mantener
mi objetividad y analizar la obra del autor.
El autor parte de la premisa que, “El estudio de las obras de
Marrero, Mergal y Silva Gotay demuestra fuera de toda duda y contrario a la
opinión de muchos, la existencia de excelente creación teológica en Puerto Rico. Su pensamiento teológico nada tiene que
envidiar a ninguna otra en el mundo hispano-parlante.”[5]
Considero
que la metodología que el autor usa
es también apropiada hasta el punto que él es bien meticuloso en sus críticas y
no las basa en mera especulación somera.
Mirado desde este punto de vista, el autor logró su objetivo, pero aun
así hay mucho más que explorar y mucho
más que escribir sobre la teología
puertorriqueña. Él dice, “Sin embargo, la cuestión de la
puertorriqueñidad de la teología puertorriqueña amerita renovarse por el
devenir incesante de la historia cultural de cualquier comunidad humana y la
incertidumbre perenne acerca de los perfiles precisos y diversos de la
puertorriqueñidad.”[6] La contribución a la teología puertorriqueña
del autor es encomiable
y será de gran acogido en el corpus de obras sobre filosóficas y teológicas con
un matiz puertorriqueño. El “boom”
que ha surgido en la sociología, literatura y teología latinoamericana tendrán
en una obra como esta material para indagar en los pensamientos más profundos
de estos teólogos puertorriqueños. El
autor también se esmeró en buscar fuentes fidedignas en las cuales él podría
basar su investigación. Esto no es siempre
fácil ya que hay enormes cantidades de obras que carecen de erudición y
profundidad teológica. El autor vierte en esta obra
toda su erudición y experiencia para producir un trabajo que será de sumo
interés y para provocar un estudio más
amplio de la teología puertorriqueña por todos los estudiantes que quieran
aprender más sobre este tema que es tan relevante al “boom” teológico en
el mundo hispano.
3. ¿Qué
es teología puertorriqueña?
El autor dice, “Toda teología paga tributo a dos factores. Nace en determinado contexto social e
histórico, marcado sobre todo por las condiciones económicas y políticas.”[7]
A continuación daré una breve exposición de cómo surgió la teología
puertorriqueña y que es. En el 1898
surge la Guerra Hispano Americana. Por ende, la invasión Norteamérica
en Puerto Rico surgió como resultado del conflicto político entre los Estados
Unidos de América y España, dos metrópolis imperiales que dejaran una
huella indeleble en el carácter teológico puertorriqueño. Este contexto social e histórico
abre una puerta a la evangelización protestante en la isla. Antes de este influjo de protestantes en
Puerto Rico, la iglesia estaba bajo la influencia católica que había imperado
en la isla por cuatrocientos años. Apolinaris
y Mangual-Rodríguez comentan, “Esta nueva evangelización
en suelo puertorriqueño ha sido
impulsado por la activa participación de las
misiones Anglo-Sajonas, que junto con sus homólogos de Puerto Rico han jugado
un papel de liderazgo en los asuntos
educativos, sociales y pastorales (traducción es mía).”[8] Ahora la teología toma un rumbo
protestante. Se comienza hacer y flexionar teología en un entorno
puertorriqueño. Surgen muchos senderos teológicos
por donde transitar. Por eso es que el
autor enfatiza:
Reitero la tesis de mi libro Senderos Teológicos:
no existe una teología de Puerto Rico.
Una reflexión seria y profunda sobre la fe cristiana y los enigmas humanos toma
en cuenta los estudios críticos sobre
las escrituras bíblicas, las tradiciones doctrinales, corrientes teóricas contemporáneas, y los
contextos históricos y culturales de nuestro pueblo, que producen una cosecha rica de la diversidad de las teologías. La pluralidad de pensamiento teológico de Puerto Rico se expresa en ese libro, a través de un análisis conceptual de los cuatro
caminos, sin duda, ha crecido
en los últimos compases del siglo pasado
(traducción es mía).[9]
De hecho, continúa el autor:
La
teología puertorriqueña tiene que ver con la reflexión crítica
sobre Dios y las cuestiones
fundamentales de la existencia humana y el destino humano en la historia desde el punto de vista, directa o
indirectamente, de la experiencia de
Puerto Rico, llevado a cabo desde una perspectiva
cristiana y praxis y realizada
principalmente por los que residen en
la isla. Teología con una opción para Puerto Rico tiene que ver con la reflexión crítica,
desde el punto de vista de la fe cristiana y de la praxis, en Dios, la condición
humana, y el destino humano en la
experiencia de Puerto Rico y el contexto,
llevadas a cabo por los puertorriqueños
que residen en el isla, los puertorriqueños de la diáspora, y no puertorriqueños que residen en la isla que hacen una
opción para puertorriqueñidad (traducción
es mía).[10]
En este contexto del proceso
formativo de nuestra identidad puertorriqueña se forja la teología evangélica
puertorriqueña. Los inmensos recursos
espirituales, existenciales e intelectuales de la teología católica y protestante
adoban la creatividad teológica de nuestros teólogos y producen una teología caribeña y latinoamericana más sólida, intelectual y justa,
mediante la cual podemos identificar como autóctona.
He tratado el tema de la teología
puertorriqueña fugazmente. Basado en el
pequeño libro del gran autor puertorriqueño Rivera Pagán. Sé que la teología puertorriqueña es un
horizonte mucha más amplio del que he escrito en esta monografía. Mas solo pretendo retar al lector a indagar más
y lanzarse hacia las aguas profundas de nuestra teología y salir de ellas
empapado de las frescas aguas diáfanas de nuestra intelectualidad
puertorriqueña.
Conclusión
El autor está sumamente cualificado para
escribir un libro como este ya que él es profesor
emérito del Seminario Teológico de Princeton y es autor de varios libros. En este libro el profesor Rivera Pagán
ha ofrecido una gran riqueza de sabiduría y discernimiento sobre el tema de la
teología en el contexto puertorriqueño.
Es una obra bien documentada con autores expertos en la materia y con la
experiencia que ha adquirido en sus investigaciones. El autor en dice que en “este libro pretende llamar la atención a las
distintas maneras en que la tradición de reflexión teológica evangélica ha
florecido en Puerto Rico.” [11]
Mediante
el uso de una gran cantidad de referencias sobre la filosofía, teología, sermones,
y otras fuentes para desarrollar su tema, el libro es un tomo intelectual para
teólogos Latinos, especialmente para los lectores ávidos
de filosofía y teología en la búsqueda de una fuente tan llena de profunda erudición académica. Por lo tanto, es un baluarte contra el material débil y escasamente investigado
que se encuentran arrojadas por doquier
por muchos charlatanes en la actualidad.
Esta obra
es un gran recurso para pastores,
líderes laicos, profesores, estudiantes de filosofía y teología,
y líderes en general. Creo que el autor ha logrado su
fin con gran perspicacia de erudición y un gran acumen de la materia. Con su agudeza de estudio profundo pudo analizar
y criticar lo que merecía atención y lo que no ayudaría a desarrollar su
obra.
A partir de su sólida base de
investigación, el desarrolla su tema progresivamente siguiendo como bosquejo a
los teólogos que perfila y luego desglosa, analiza, y critica a los escritos
respectivamente. Senderos Teológicos:
El Pensamiento Evangélico Puertorriqueño hace un detallado análisis y crítica
manteniendo su enfoque en la teología puertorriqueña. Él quiso
“…recalcar el valor de los diversos esfuerzos que en Puerto Rico se han hecho
y siguen haciendo por reflexionar profunda y críticamente sobre las dos grandes
incógnitas del pensamiento: Dios y el ser humano. Consideramos aquí distintos caminos,
diferentes vías que conducen a la paradójica meta de seres finitos,
contingentes y condicionados cuya fe y ramazón pugnan por descifra la
naturaleza de los Infinito, Necesario e Incondicionado.” Rivera Pagán luego señala: "Este libro
no intenta agotar el tema, sino introducirlo.
Espero estimular el necesario trabajo de investigación colectiva que sería
de base para una ‘historia de la teología en Puerto Rico.’”[12]
Eso es precisamente lo que
ha hecho, demarcar una visión y estimular el pensamiento de otros teólogos
puertorriqueños para que se lancen hacer investigación sobre este tema que es
de mucha relevancia al estudio de la teología puertorriqueña. Rivera Pagán ha puesto la pluma al papel y ha
escrito un análisis y crítico con sumo cuidado y esmerada cautela. He disfrutado leer el libro y seguir los
profundos conceptos que los autores perfilados postulan y el análisis académico
que autor hace.
Yo sabía que esta monografía me iba a tomar mucho tiempo y trabajo, pero he
recibido mucha satisfacción en lograr poner mis pensamientos en este
esfuerzo. Tengo, en general, mucha
admiración y alabanza para la obra realizada por el Dr. Rivera Pagán. Esta obra está bien documentada y es muy
interesante leerla, aunque estudiar su contenido conlleva un esfuerzo
intelectual. Rivera Pagán ha escrito
en un alto nivel de erudición en lugar de carecer de base
escolástica. Se necesitan obras de este
calibre en este tiempo cuando los estudiosos tienen hambre de orientación académica
en un mundo lleno de confusión y abrumado por la información superficial que es
la norma.
Por último, Rivera Pagán cierra su
libro con unas breves viñetas biográficas. La brevedad de sus
viñetas biográficas deja a uno con ganas
de buscar más información de estos excelentes teólogos puertorriqueños. El horizonte de nuestra
teología es vasto y su base se encuentra en un pueblo que ha creado su
identidad teológica en esto últimos cinco siglos de enriquecimiento
intelectual.
Todos mis estudios teológicos los he realizado en los
Estado Unidos de América. Todos los
teólogos que estudie eran por lo general norteamericanos y alemanes; y otros
eran los padres patrísticos, pero muy pocos eran de origen hispano, y
específicamente puertorriqueños. Esto
cambio cuando ingrese a la Universidad Interamericana de Puerto Rico. El mundo teológico se me abrió a una
dimensión más profunda y rica. Hay una
gran cantidad de hombres y mujeres latinas que hacen teología en la
actualidad. También el legado de muchos
otro (as) nos brindan a beber de la teología que nos llenará de satisfacción
sabiendo que se generó de la mente de uno nuestro(a). Ahora con la introducción del teólogo Dr.
Rivera Pagán mi mundo se ha expandido más.
No perdamos la oportunidad de leer este libro y buscar en el un
principio para empezar a conocer nuestro teología. Le garantizo que la lectura de este libro le
abrirá puertas de intelectualidad teológica y filosófica. Bibliografía
Aponte,
Edwin David, and Miguel A. de La Torre, eds. Handbook of Latina/o
Theologies. St. Louis, Mo.: Chalice Press,
2006.
Boff,
Cl. “Teologia
da libertação: o que
é isso?”, en: Teologia e missão 37
(1985) 7ss.
Isasi-Díaz,
Ada María, Fernando F. Segovia, and editors. Hispanic/Latino Theology:
Challenge and Promise. Minneapolis,
MN.: Fortress Press, 1996.
Rivera
Pagán, Luis. “Revista de Teóloga, Opinión y Cultura En
La Red: Perspectiva Teológica Sobre La
Crisis En Puerto Rico: Algunos Desafíos.” lupaprotestante.com. http://www.lupaprotestante.com/lp/secciones/teologia/perspectiva-teologica-sobre-la-crisis-en-puerto-rico-algunos-desafios/ (accessed January
13, 2012).
__,
Senderos Teológicos: El
Pensamiento Evangélico
Puertorriqueño. Madrid: La Reforma, 1989.
[1]Luis Rivera Pagán, Senderos Teológico: El Pensamiento
Evangélico Puertorriqueño (Rio Piedras: Editorial La Reformas, 1989, 11.
[2]Ibid.,
p. 27.
[3]Ibid.,
pp. 20-21.
[4] Ibid., pp. 23-24.
[5] Ibid., p. 25.
[6] Luis Rivera
Pagán, “Revista de Teología, Opinión y Cultura En La Red: Perspectiva
Teológica Sobre La
Crisis En Puerto Rico: Algunos Desafíos,”
lupaprotestante.com, http://www.lupaprotestante.com/lp/secciones/teologia/perspectiva-teologica-sobre-la-crisis-en-puerto-rico-algunos-desafios/ (accessed
January 13, 2012).
[7] Cl. Boff,
“Teologia da libertação: o que é
isso?”, en: Teologia e missão 37 (1985) 7ss.
[8] Ada María
Isasi-Díaz, Fernando F. Segovia and editors, Hispanic/Latino Theology:
Challenge and Promise (Minneapolis, MN.: Fortress Press, 1996), 233.
[9] Edwin David
Aponte and Miguel A. de La Torre, eds., Handbook of Latina/o Theologies
(St. Louis, Mo.: Chalice Press, 2006), 150.
[10] Hispanic/Latino
Theology: Challenge and Promise, p. 234.
[12] Ibid., p. 26.
No comments:
Post a Comment