Friday, October 10, 2014

Senderos teológicos: El Pensamiento Evangélico Puertorriqueño

Introducción

Es para mí un gran honor emprender esta labor académica como requisito parcial del curso Teoría del método teológico con el Dr. Jorge R. Colón, profesor de teología en la Universidad Interamericana de Puerto Rico.  El trabajo que he acometido en esta monografía es con el propósito de escribir un análisis del libro Senderos Teológicos: El Pensamiento Evangélico Puertorriqueño del Dr. Luis Rivera Pagán.  En esta ilustre obra el Dr. Rivera Pagán perfila cuatro teólogos puertorriqueños sobresalientes, a saber, Domingo Marrero Navarro, Ángel M. Mergal, Samuel Silva Gotay y el mismo autor.  Tomaré como base para este análisis los siguientes puntos:
1.      Estructura del libro
2.      Metodología (s) seguida (s) por el autor
3.      ¿Qué es teología puertorriqueña?
Por medio de esta breve monografía conoceremos un poquito más a fondo lo que es teología puertorriqueña y podremos obtener un vistazo rápido de quienes fueron y son estos augustos maestros, teólogos, y filósofos puertorriqueños con el fin de aprender sobre el análisis de los principios y temas principales de sus enseñanzas por el Dr. Rivera Pagán.  Considero que se ha presentado una ocasión tan oportuna para que la ilustrada atención de los estudiantes puertorriqueños se fijen con esmero en las figuras nobilísimas de los ilustres hombres a la que este monografía se consagra.  Shakespeare dijo de la grandeza: "no tengas miedo de la grandeza; algunos nacen grandes, algunos logran la grandeza y otros tienen la grandeza lanzada sobre ellos..."  A éstos paragones puertorriqueños la grandeza le fue lanzada sobre ellos por la acérrima determinación de sus esfuerzos.
A continuación vamos a dar un rápido análisis de la obra Senderos Teológicos, la cual, según el autor, “constituye un esfuerzo serio, erudito y profundo por bucear y poner en perspectiva la naturaleza del pensar evangélico puertorriqueño.[1]  El poder analizar esta obra tan famosa, y estudiar y disertar sus pensamientos no solo serán de gran beneficio para mí como estudiante, sino también para nuestro pueblo puertorriqueño. 

1.       Estructura del libro

El Dr. Rivera Pagán ha puesto la pluma al papel y ha analizado críticamente los escritos, sermones, y otros materiales para tejer una obra académica repleta de muchos principios teológicos, filosóficos, y sociológicos así poder presentar en detalles las ponencias de los autores a quien él perfila.  El adopta un enfoque bien académico y nos lleva de la mano como un guía a entender lo que él llama “senderos teológicos.” Esta es una obra sumamente académica, informativa, bien documentada, y práctica, en ella Rivera Pagán no dejó piedra sin remover para que la sabiduría teológica y filosófica de estos autores  sea analizada a cabalidad y por medio de su trabajo poder apreciar sus enseñanzas tal y como él las presenta. 
El libro está dividido en cuatro capítulos.  A través de estos breves capítulos Rivera Pagán sondea profundamente los más acuciantes principios teológicos, filosóficas, psicológicos, y sociológicos que plantean estos colosos autores puertorriqueños.  En su prólogo el Dr. Mercado nos dice:
Marrero llama al filósofo a la conversión ética.  Mergal no deja de llamar a hombres y mujeres a la renovación y a la transformación del entendimiento con el fin de saber cuál es la voluntad de Dios agradable y perfecta.  Silva Gotay con su enfoque tercermundista liberacionista, llama a los soberanos a abandonar la injusticia y abrazar la causa del menesteroso, del pobre, del oprimido.  Rivera Pagán llama a la más radical de alas conversiones.  Ante la locura de la carrera armamentista y la posibilidad del Armagedón, con su inevitable destrucción de la humanidad y disloque del globo terráqueo, no hay sino un solo comino: una vuelta atrás y caminar por la senda de justicia y paz, con el rostro vuelta a Dios. 

El libro concluye con un llamado a la metanoia, o sea, a la conversión, y con unas breves viñetas biográficas.  No se engañe, a pesar de que el libro solo contiene 196 páginas, esto no indica que el autor es efímero en su obra.  El desarrolla su obra analizando los escritos de los autores suplementándolos con otros autores que escribieron y son expertos reconocidos en su materia.  El no pierde tiempo en preliminares sino que se lanza en su análisis crítico y profundiza en la filosofía, la teología, y otras áreas pertinentes para desarrollar su obraAl final de su introducción él comenta, “En el texto que sigue, hago observaciones críticas, algunas de ellas severas, sobre sus senderos teológicos (énfasis del autor).  Es profundo, sin embargo, el respeto que tengo por sus obras.  Las asumo con humildad como paradigmas dignas de emularse.  Sus autores son auténticos adalides de nuestro pensamiento religioso nacional.  Es lamentable el relativo descuido que han sufrido sus escritos por las instituciones teológicas y eclesiásticas puertorriqueñas.”[2] 

2.  Metodología (s) seguida (s) por el autor.

Considero que el autor sigue la metodología crítica y analítica sin dogmatismo ni hagiógrafos.  El busca presentar a las ideas de los autores que el perfila tal y como ellos las presentaron en sus escritos.  Él dice, “Este libro estudia la producción teológica de dos profesores del Seminario Evangélico –Domingo Marrero y Ángel Mergal –y la de un catedrático de la Universidad de Puerto Rico –Samuel Silva Gotay… El que suscribe es también egresado y anterior profesor de la institución que los evangélicos llaman “escuela de profetas”.[3]  El también, mientras considera las ideas de los que el perfila, hace un análisis de los escritos de otros autores los cuales usa para sustentar su análisis crítico apodíctico.  El utilizó una gran cantidad de textos en su investigación para escribir sobre las ideas de estos teólogos puertorriqueños.  Es de entender que escribir una obra como esta es una aventura arriesgada ya que el tema es tan amplio y las ideas controversiales.  El autor nos ofrece cuatro perfiles tan dinámicos en la teología puertorriqueña que para ofrecernos una polifonía de principios y ponerlos en  el contexto de nuestro mundo actual, es un esfuerzo ciclópeo que merece admiración.  Por medio de su metodología crítica y analítica, el autor ha escrito un libro provocador y sin escamoteo alguno.  Aunque quiero admitir que no comparto algunos de su postulados, y también debo admitir que si he disfrutado el indagar dentro de este libro y las otras obras teológicas que consulté para poder escribir esta monografía.  Su metodología crítica y analítica ha logrado traer un retrato más claro de los teólogos puertorriqueños y sus ideas.  El autor ha escrito una obra de gran perspicacia teológica la cual considero que ha sido y será discutida y estudiada por muchos estudiantes en seminarios teológicos y por profesores interesados en ampliar su conocimiento de los principios enseñados por estos excelentes teólogos puertorriqueños.
   La metodología crítica y analítica brinda una perspectiva que intenta epistemológicamente analizar y criticar desde una perspectiva objetiva las ideas filosóficas y teológicas que presentan en sus escritos nuestros ilustres teólogos.  También  su metodología es corroborada con la historia y la investigación de otros autores prominentes en el campo de la filosofía y teología los cuales el autor usa sabiamente para hacer un análisis crítico apodíctico.  Rivera Pagán indaga minuciosamente entre las “ideas” de estos teólogos y nos brinda un análisis objetivo de los rasgos distintivos que dan un marco apropiado de las ideas expuestas por ellos y así substraer la substancia filosófica y teológica que el encuentra en sus escritos.  El autor dice, “este libro pretende llamar la atención a las distintas maneras que la tradición de reflexión teológica evangélica ha florecido en Puerto Rico.  Lo hacemos mediante cuatro estudios, vinculados por el deseo de rendir homenaje a un linaje distinguido de pensadores religiosos puertorriqueños.”[4]  Debidamente el autor puede decir esto ya que en la investigación para escribir un libro como este, es lanzarse a un océano de estudio en el cual la profundidad  es inexhaustible y se hace la tarea por la cual uno escribe un descubrimiento de amplia riqueza filosófica y teológica.  Doy testimonio de esto al escribir esta simple monografía.  Me pareció una tarea fuerte ya que cada punto me brindaba una tentadora tangente por donde lanzarme, pero tuve que mantener mi objetividad y analizar la obra del autor. 
El autor parte de la premisa que, “El estudio de las obras de Marrero, Mergal y Silva Gotay demuestra fuera de toda duda y contrario a la opinión de muchos, la existencia de excelente creación teológica en Puerto Rico.  Su pensamiento teológico nada tiene que envidiar a ninguna otra en el mundo hispano-parlante.”[5]
              Considero que la metodología que el autor usa es también apropiada hasta el punto que él es bien meticuloso en sus críticas y no las basa en mera especulación somera.  Mirado desde este punto de vista, el autor logró su objetivo, pero aun así  hay mucho más que explorar y mucho más que escribir sobre la teología puertorriqueña.  Él dice, “Sin embargo, la cuestión de la puertorriqueñidad de la teología puertorriqueña amerita renovarse por el devenir incesante de la historia cultural de cualquier comunidad humana y la incertidumbre perenne acerca de los perfiles precisos y diversos de la puertorriqueñidad.”[6]  La contribución a la teología puertorriqueña del autor es encomiable y será de gran acogido en el corpus de obras sobre filosóficas y teológicas con un matiz puertorriqueño.  El “boom” que ha surgido en la sociología, literatura y teología latinoamericana tendrán en una obra como esta material para indagar en los pensamientos más profundos de estos teólogos puertorriqueños.  El autor también se esmeró en buscar fuentes fidedignas en las cuales él podría basar su investigación.  Esto no es siempre fácil ya que hay enormes cantidades de obras que carecen de erudición y profundidad  teológica.  El autor vierte en esta obra toda su erudición y experiencia para producir un trabajo que será de sumo interés y  para provocar un estudio más amplio de la teología puertorriqueña por todos los estudiantes que quieran aprender más sobre este tema que es tan relevante al “boom” teológico en el mundo hispano.

3.  ¿Qué es teología puertorriqueña?

El autor dice, “Toda teología paga tributo a dos factores.  Nace en determinado contexto social e histórico, marcado sobre todo por las condiciones económicas y políticas.”[7] A continuación daré una breve exposición de cómo surgió la teología puertorriqueña y que es.  En el 1898 surge la Guerra Hispano Americana.  Por ende, la invasión Norteamérica en Puerto Rico surgió como resultado del conflicto político entre los Estados Unidos de América y España, dos metrópolis imperiales que dejaran una huella indeleble en el carácter teológico puertorriqueño.  Este contexto social e histórico abre una puerta a la evangelización protestante en la isla.  Antes de este influjo de protestantes en Puerto Rico, la iglesia estaba bajo la influencia católica que había imperado en la isla por cuatrocientos años.  Apolinaris y Mangual-Rodríguez comentan, “Esta nueva evangelización en suelo puertorriqueño ha sido impulsado por la activa participación de las misiones Anglo-Sajonas, que junto con sus homólogos de Puerto Rico han jugado un papel de liderazgo en los asuntos educativos, sociales y pastorales (traducción es mía).”[8]  Ahora la teología toma un rumbo protestante.  Se comienza hacer y flexionar teología en un entorno puertorriqueño.  Surgen muchos senderos teológicos por donde transitar.  Por eso es que el autor enfatiza:
Reitero la tesis de mi libro Senderos Teológicos: no existe una teología de Puerto Rico. Una reflexión seria y profunda sobre la fe cristiana y los enigmas humanos toma en cuenta los estudios críticos sobre las escrituras bíblicas, las tradiciones doctrinales, corrientes teóricas contemporáneas, y los contextos históricos y culturales de nuestro pueblo, que producen una cosecha rica de la diversidad de las teologías.  La pluralidad de pensamiento teológico de Puerto Rico se expresa en ese libro, a través de un análisis conceptual de los cuatro caminos, sin duda, ha crecido en los últimos compases del siglo pasado (traducción es mía).[9]

De hecho, continúa el autor:
La teología puertorriqueña tiene que ver con la reflexión crítica sobre Dios y las cuestiones fundamentales de la existencia humana y el destino humano en la historia desde el punto de vista, directa o indirectamente, de la experiencia de Puerto Rico, llevado a cabo desde una perspectiva cristiana y praxis y realizada principalmente por los que residen en la isla. Teología con una opción para Puerto Rico tiene que ver con la reflexión crítica, desde el punto de vista de la fe cristiana y de la praxis, en Dios, la condición humana, y el destino humano en la experiencia de Puerto Rico y el contexto, llevadas a cabo por los puertorriqueños que residen en el isla, los puertorriqueños de la diáspora, y no puertorriqueños que residen en la isla que hacen una opción para puertorriqueñidad (traducción es mía).[10]

              En este contexto del proceso formativo de nuestra identidad puertorriqueña se forja la teología evangélica puertorriqueña.  Los inmensos recursos espirituales, existenciales e intelectuales de la teología católica y protestante adoban la creatividad teológica de nuestros teólogos y producen una teología caribeña y latinoamericana más sólida, intelectual y justa, mediante la cual podemos identificar como autóctona. 
              He tratado el tema de la teología puertorriqueña fugazmente.  Basado en el pequeño libro del gran autor puertorriqueño Rivera Pagán.  Sé que la teología puertorriqueña es un horizonte mucha más amplio del que he escrito en esta monografía.  Mas solo pretendo retar al lector a indagar más y lanzarse hacia las aguas profundas de nuestra teología y salir de ellas empapado de las frescas aguas diáfanas de nuestra intelectualidad puertorriqueña. 

Conclusión
            El autor está sumamente cualificado para escribir un libro como este ya que él es profesor emérito del Seminario Teológico de Princeton y es autor de varios libros.  En este libro el profesor Rivera Pagán ha ofrecido una gran riqueza de sabiduría y discernimiento sobre el tema de la teología en el contexto puertorriqueño.  Es una obra bien documentada con autores expertos en la materia y con la experiencia que ha adquirido en sus investigaciones.  El autor en dice que en  “este libro pretende llamar la atención a las distintas maneras en que la tradición de reflexión teológica evangélica ha florecido en Puerto Rico.” [11] 
Mediante el uso de una gran cantidad de referencias sobre la filosofía, teología, sermones, y otras fuentes para desarrollar su tema, el libro es un tomo intelectual para teólogos Latinos, especialmente para los lectores ávidos de filosofía y teología en la búsqueda de una fuente tan  llena de profunda erudición académica.   Por lo tanto, es un baluarte contra el material débil y escasamente investigado que se encuentran arrojadas por doquier por muchos charlatanes en la actualidad.   
Esta obra es un gran recurso para pastores, líderes laicos, profesores, estudiantes de filosofía y teología, y líderes en generalCreo que el autor ha logrado su fin con gran perspicacia de erudición y un gran acumen de la materia.  Con su agudeza de estudio profundo pudo analizar y criticar lo que merecía atención y lo que no ayudaría a desarrollar su obra. 
A partir de su sólida base de investigación, el desarrolla su tema progresivamente siguiendo como bosquejo a los teólogos que perfila y luego desglosa, analiza, y critica a los escritos respectivamente.  Senderos Teológicos: El Pensamiento Evangélico Puertorriqueño hace un detallado análisis y crítica manteniendo su enfoque en la teología puertorriqueña.  Él quiso

“…recalcar el valor de los diversos esfuerzos que en Puerto Rico se han hecho y siguen haciendo por reflexionar profunda y críticamente sobre las dos grandes incógnitas del pensamiento: Dios y el ser humano.  Consideramos aquí distintos caminos, diferentes vías que conducen a la paradójica meta de seres finitos, contingentes y condicionados cuya fe y ramazón pugnan por descifra la naturaleza de los Infinito, Necesario e Incondicionado.”  Rivera Pagán luego señala: "Este libro no intenta agotar el tema, sino introducirlo.  Espero estimular el necesario trabajo de investigación colectiva que sería de base para una ‘historia de la teología en Puerto Rico.’”[12]

            Eso es precisamente lo que ha hecho, demarcar una visión y estimular el pensamiento de otros teólogos puertorriqueños para que se lancen hacer investigación sobre este tema que es de mucha relevancia al estudio de la teología puertorriqueña.  Rivera Pagán ha puesto la pluma al papel y ha escrito un análisis y crítico con sumo cuidado y esmerada cautela.  He disfrutado leer el libro y seguir los profundos conceptos que los autores perfilados postulan y el análisis académico que autor hace.
 Yo sabía que esta monografía me iba a tomar mucho tiempo y trabajo, pero he recibido mucha satisfacción en lograr poner mis pensamientos en este esfuerzo.  Tengo, en general, mucha admiración y alabanza para la obra realizada por el Dr. Rivera Pagán.  Esta obra está bien documentada y es muy interesante leerla, aunque estudiar su contenido conlleva un esfuerzo intelectual.  Rivera Pagán ha  escrito  en un alto nivel de erudición en lugar de carecer de base escolástica.  Se necesitan obras de este calibre en este tiempo cuando los estudiosos tienen hambre de orientación académica en un mundo lleno de confusión y abrumado por la información superficial que es la norma. 
            Por último, Rivera Pagán cierra su libro con unas breves viñetas biográficas.  La brevedad de sus viñetas biográficas deja a uno con ganas de buscar más información de estos excelentes teólogos puertorriqueños.  El horizonte de nuestra teología es vasto y su base se encuentra en un pueblo que ha creado su identidad teológica en esto últimos cinco siglos de enriquecimiento intelectual. 
Todos mis estudios teológicos los he realizado en los Estado Unidos de América.  Todos los teólogos que estudie eran por lo general norteamericanos y alemanes; y otros eran los padres patrísticos, pero muy pocos eran de origen hispano, y específicamente puertorriqueños.  Esto cambio cuando ingrese a la Universidad Interamericana de Puerto Rico.  El mundo teológico se me abrió a una dimensión más profunda y rica.  Hay una gran cantidad de hombres y mujeres latinas que hacen teología en la actualidad.  También el legado de muchos otro (as) nos brindan a beber de la teología que nos llenará de satisfacción sabiendo que se generó de la mente de uno nuestro(a).  Ahora con la introducción del teólogo Dr. Rivera Pagán mi mundo se ha expandido más.   No perdamos la oportunidad de leer este libro y buscar en el un principio para empezar a conocer nuestro teología.  Le garantizo que la lectura de este libro le abrirá puertas de intelectualidad teológica y filosófica.                                                                                                                                                                                                                                                                                                                               Bibliografía                                 
Aponte, Edwin David, and Miguel A. de La Torre, eds. Handbook of Latina/o Theologies. St. Louis, Mo.: Chalice Press, 2006.

Boff, Cl. “Teologia da libertação: o que é isso?”, en: Teologia e missão 37 (1985) 7ss.

Isasi-Díaz, Ada María, Fernando F. Segovia, and editors. Hispanic/Latino Theology: Challenge and Promise. Minneapolis, MN.: Fortress Press, 1996.

Rivera Pagán, Luis. “Revista de Teóloga, Opinión y Cultura En La Red: Perspectiva Teológica Sobre La Crisis En Puerto Rico: Algunos Desafíos.” lupaprotestante.com. http://www.lupaprotestante.com/lp/secciones/teologia/perspectiva-teologica-sobre-la-crisis-en-puerto-rico-algunos-desafios/ (accessed January 13, 2012).

__, Senderos Teológicos: El Pensamiento Evangélico Puertorriqueño. Madrid: La Reforma, 1989.




[1]Luis Rivera Pagán, Senderos Teológico: El Pensamiento Evangélico Puertorriqueño (Rio Piedras: Editorial La  Reformas, 1989, 11.
[2]Ibid., p. 27.
[3]Ibid., pp. 20-21.
[4] Ibid., pp. 23-24.

[5] Ibid., p. 25.
    
[6] Luis Rivera Pagán, “Revista de Teología, Opinión y Cultura En La Red: Perspectiva Teológica Sobre La Crisis En Puerto Rico: Algunos Desafíos,” lupaprotestante.com, http://www.lupaprotestante.com/lp/secciones/teologia/perspectiva-teologica-sobre-la-crisis-en-puerto-rico-algunos-desafios/ (accessed January 13, 2012).

[7] Cl. Boff, “Teologia da libertação: o que é isso?”, en: Teologia e missão 37 (1985) 7ss.

[8] Ada María Isasi-Díaz, Fernando F. Segovia and editors, Hispanic/Latino Theology: Challenge and Promise (Minneapolis, MN.: Fortress Press, 1996), 233.

[9] Edwin David Aponte and Miguel A. de La Torre, eds., Handbook of Latina/o Theologies (St. Louis, Mo.: Chalice Press, 2006), 150.

[10] Hispanic/Latino Theology: Challenge and Promise, p. 234.


[12] Ibid., p. 26.

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