Thursday, May 6, 2010

EL PRINCIPIO DE PROXIMIDAD

Por Roberto Rodríguez-Núñez, M.A.R.; M.R.E

"El ministerio demanda proximidad." ¿Cómo sería el ambiente (contexto) para el ministerio si se toma en serio este principio? Basado en un análisis y síntesis de Marcos 3: 14; Hechos 4: 13 y Tesalonicenses 1:5; 2:6-10, presento el siguiente argumento para defender la perspectiva de esta cita. En primer lugar, debemos entender qué significa proximidad. Según la concordancia Bíblica de Strong, proximidad es: Allelon ( ἀ λλ ή λων), o sea, "uno al otro, recíprocamente, mutuamente;” También lleva la connotación de “con, entre.” Así que Jesús dedicó mucho tiempo con sus discípulos en estrecha proximidad/intimidad con ellos. Los llamó para estar con El y para ser entrenados y aprender de El.

El apóstol Pablo modeló el concepto de proximidad/intimidad de Jesús como lo hemos leído en su primera carta a los Tesalonicenses. Por esta razón, debemos aprender este concepto e implementarlo lo mejor posible en nuestro propio ministerio de discipulado. Si tomamos este principio en serio, nuestro ministerio de discipulado será productivo y eficaz. Tenemos que aprender que el ministerio de discipulado exige mucho tiempo y dedicación; se requiere la proximidad/intimidad con la persona que se está discipulando para que así aprenda ser un buen discipulo.

El ministerio de discipulado que exige este concepto de " uno al otro." Es estar "con" o "entre" el que esta aprendiendo a ser un discípulo. Dice el Evangelio de Marcos, "Y estableció a doce, para que estuviesen con él (énfasis mío), y para enviarlos a predicar " (Mr. 3:14). En este texto se puede leer que Jesús quería que sus recién designados apóstoles estuvieran "con él." Esto es un principio de discipulado que todos debemos de implementar en nuestro programa de discipulado en la iglesia. Su fin fue el de enseñarles cómo ser apóstoles, de modo que tenían que estar con él por un periodo de tiempo para así aprender directamente de él. Tenía que haber un tiempo de proximidad/intimidad para la preparación de un discípulo. Primero tuvieron que pasar tiempo con él antes de que fueran capaces de salir a ministrar entre el pueblo. Los apóstoles estuvieron con Jesús aproximadamente tres años de aprendizaje y fueron entrenados para el ministerio que les esperaba después de la ascensión de Jesús.

En Hechos 4:1 dice que "los sacerdotes con el jefe de la guardia del templo, y los saduceos," atestigua el hecho de que estos hombres "…habían estado con Jesús". Esto no es un punto inactivo, sino una confirmación de la poderosa influencia que Jesús tuvo en sus discípulos. El tiempo que tuvieron en proximidad estrecha /intimidad con Jesús, ahora fue presenciada por el Sanedrín. Lucas escribe, "Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan, y sabiendo que eran hombres sin letras y del vulgo, se maravillaban; y les reconocían que habían estado con Jesús." El apóstol Pablo entendió muy bien la importancia de proximidad/intimidad en el ministerio de discipulado; su modus operandi era darse a totalmente sí mismo. El le escribió a la Iglesia de Tesalónica, "…pues nuestro evangelio no llegó a vosotros en palabras solamente, sino también en poder, en el Espíritu Santo y en plena certidumbre, como bien sabéis cuáles fuimos entre vosotros por amor de vosotros" (1 Tes. 1: 5). El dijo de esta iglesia, "cómo hemos vivido entre vosotros" como un punto de referencia de su ministerio de discipulado entre ellos. Su ministerio de discipulado no era un concepto de "educación a distancia", sino uno de proximidad/intimidad con la gente que le ministró. En 1 Tes. 2: 6-10 él dice, "antes fuimos tiernos entre vosotros…" para así solidificar su ministerio de discipulado práctico en Tesalónica.

Sin ninguna duda, el ministerio de discipulado exige proximidad/intimidad a fin de ser eficaz. Los mejores ministerios siempre han implementado este principio enseñado por nuestro Maestro Jesús.