En honor al distinguido Dr. Luis
Rivera Pagán he emprendido esta brevísima semblanza de este ilustre teólogo e
historiador de teología por excelencia. El Dr. Rivera Pagán nos ofrece un
monumental repertorio de pensamiento teológico e histórico en sus numerosos
libros y artículos. Nacido en San Juan, P.R., en 1942. Pertenece a la Iglesia Bautista
y desde joven ha estado envuelto en círculos de actividades cívicas en busca de
un cambio positivo para nuestro mundo.
Mi acercamiento a sus obras comenzó
con la lectura de su libro Senderos
teológicos: el pensamiento evangélico puertorriqueño. Un pequeño pero
enjundioso libro que me ha emprendido en un camino de teología y filosofía en
el ámbito puertorriqueño. Pronto estaré incursionando, más adelante, en sus
obras más voluminosas, especialmente: A
la sombra del armagedón: reflexiones críticas sobre el desafío nuclear, La paradoja de la razón: Filosofía y
religión en Domingo Marrero Navarro, Liberación y paz: reflexiones teológicas
desde América Latina, Fe y cultura en Puerto Rico y Evangelización y violencia:
La conquista de América.
Basado en tres preguntas que le
hice al Dr. Rivera Pagán sobresalen tres conceptos y líneas de pensamiento en su
ponencia histórica-teológica:
1. ¿Cómo usted continuaría esta oración? La historia es…, a la que él agrega: “El escenario de los encuentros y desencuentros entre Dios y la humanidad”.
2. ¿Qué rol juega la resurrección de Cristo en el panorama histórico? La cual el ilustre profesor contesta: “Desde la perspectiva de la fe, la resurrección de Cristo es la confirmación del amor eterno de Dios a la humanidad, la consumación de la Encarnación del Verbo y el fundamento de las esperanzas humanas.”
3. ¿Cuál es el rol de la escatología en el panorama histórico? ¿Qué usted diría al respecto? Su contestación es: “La esperanza de un mundo radicalmente distinto, donde cesen las guerras y violencias e imperen la paz y la justicia.”
1. ¿Cómo usted continuaría esta oración? La historia es…, a la que él agrega: “El escenario de los encuentros y desencuentros entre Dios y la humanidad”.
2. ¿Qué rol juega la resurrección de Cristo en el panorama histórico? La cual el ilustre profesor contesta: “Desde la perspectiva de la fe, la resurrección de Cristo es la confirmación del amor eterno de Dios a la humanidad, la consumación de la Encarnación del Verbo y el fundamento de las esperanzas humanas.”
3. ¿Cuál es el rol de la escatología en el panorama histórico? ¿Qué usted diría al respecto? Su contestación es: “La esperanza de un mundo radicalmente distinto, donde cesen las guerras y violencias e imperen la paz y la justicia.”
Partiendo de sus tres
contestaciones vemos que la historia es, para Rivera Pagán, como él dijo “el
escenario de los encuentros y desencuentros entre Dios y la humanidad”. Su
contestación me agradó ya que su perspectiva viene desde una vertiente bíblica.
Al ir al texto bíblico podemos ver ese encuentro entre Dios y la humanidad
iniciado en la relación de Dios con Adán y Eva. El desencuentro se realiza al
ellos caer o mejor dicho, a la ruptura de la relación íntima que había entre
Dios y ellos. Pero ese “desencuentro” podría catalogarse como una ruptura en la
relación Dios-humanidad en la caída relatada en Génesis 3. En sí podemos decir que hubo un “desencuentro” ya
que vemos a Dios por el jardín buscando reanudar ese encuentro que al principio
tuvo con el hombre y la mujer, “Y el SEÑOR
Dios llamó al hombre, y le dijo: ¿Dónde estás tú?” (Gen. 3:9).
Considero que la contestación a la
segunda pregunta respecto a la resurrección en su rol en el panorama histórico,
Rivera Pagán fue bien explícito en su pensamiento teológico. Nos da tres puntos
muy significativos los cuales son de suma importancia para la historia de la
humanidad. Él dice: “Desde la perspectiva de la fe”:
a) la resurrección de Cristo es la
confirmación del amor eterno de Dios a la humanidad
b) la consumación de la Encarnación
del Verbo
c) el fundamento de las esperanzas humanas
El punto “a” es de suma importancia
en la fe cristiana ya que el mismo apóstol Pablo dice, “y si Cristo no ha resucitado, vana es entonces nuestra predicación, y
vana también vuestra fe” (1 Cor. 15:14). El panorama de la historia sería
diferente si no tuviésemos la resurrección de Cristo como eje histórico de la
humanidad. La resurrección de Cristo le da un significado eterno y metafísico a
la humanidad. En cambio, la filosofía de la materia concibió la historia
universal como el desarrollo de la materia al cual Feuerbach dio mucho énfasis
y Marx adhiere su pensamiento del cual fundó el materialismo dialéctico; que para él
ontológicamente, no hay más que materia.
El punto “b” es bien explicado por
el apóstol Juan al proclamar, “… y aquel verbo fue hecho carne, y habitó entre
nosotros…” (Juan 1:14). El verbo encarnado es el Cristo histórico, el Cristo
hombre que viene a la humanidad para reanudar el encuentro entre Dios y el
hombre. El verbo encarnado, muerto y resucitado trae esperanza a la humanidad,
el cual es el punto “c”. La resurrección es “el fundamento de las esperanzas
humanas” ya que históricamente el ser humano lo que ha traído y augura es un
hecatombe jamás visto en la historia de la humanidad. “Sin el fundamento de las
esperanzas humanas” el humano se encontraría inerme frente a los grandes
problemas humanos con los que ha venido
luchando en su historia.
La tercera pregunta, sobre el rol
de la escatología en el panorama histórico, el profesor pone su lente en “La
esperanza de un mundo radicalmente distinto, donde cesen las guerras y
violencias e imperen la paz y la justicia.” El pensamiento de Rivera Pagán nos
brinda una escatología que no se enfoca en la “doctrina acerca de las
últimas cosas” sino en una visión
escatológica presente. Considero que el profesor centra su enfoque en la
esperanza y la promesa de Dios fundamentadas en la resurrección de Cristo y el
derramamiento del Espíritu Santo como medio para una vida más armoniosa y constata
que la escatología que él profesa tiene miras en el presente bien
concreto.
El advierte, “O aprendemos a vivir juntos en armonía, en diálogo, en paz y sin violencia en este planeta que nos cobija a los cristianos, a los islamitas… o si no el Siglo 21 va a hacer palidecer al 20 como un siglo de guerras de violencia y de enfrentamientos sangrientos”. [1]
El advierte, “O aprendemos a vivir juntos en armonía, en diálogo, en paz y sin violencia en este planeta que nos cobija a los cristianos, a los islamitas… o si no el Siglo 21 va a hacer palidecer al 20 como un siglo de guerras de violencia y de enfrentamientos sangrientos”. [1]
En fin, se podría seguir
escribiendo mucho sobre el legado del Dr. Rivera Pagán a la Iglesia
contemporánea, pero fundamentalmente, más allá de lo que podamos decir, una
cosa es cierta, su capacidad totalizadora del trabajo de investigación que él hace
en todos sus escritos se evidencia en la profundidad de su pensamiento intelectual
y su absoluta seriedad al tratar los asuntos de la teología e historia
teológica. Quiero también agregar, con sumo respeto, que
entre las cosas que también he podido percibir en mi trato con este gran ser
humano es su humildad y sinceridad de expresión.
Concluyo esta brevísima semblanza
intelectual de Luis Rivera Pagán, diciendo que sus escritos nos brindan un
monumental legado de pensamiento histórico teológico con un rigor poco común que
enlaza un diálogo con la teología y la filosofía y la historia en un mundo que cada
vez más se encuentra en necesidad de intelectuales que nos brinden lucidez en
medio de la oscuridad.
[1] La lucha por la paz en la nueva coyuntura
internacional Cátedra UNESCO de Educación para la Paz Facultad de
Educación, Universidad de Puerto Rico 26 de feb. de 2002.
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